Donde mora la libertad, allí está mi patria. (Benjamín Franklin)
Todos los seres, excepto el hombre, están estrechamente condicionados por el entorno en que se desarrollan. La humanidad ha logrado a través del uso de la razón y voluntad superar las adversidades naturales generando civilización y progreso continuo a partir de su asociación y desarrollo social.
La asociación de los individuos obedece a la similitud de propósitos lo que define el bien común. El bien común es la suma de aquellas condiciones de vida social que permiten a los grupos e individuos un relativamente completo y fácil acceso a su propia realización (1).
En estas condiciones de vida está la posibilidad de acceso al agua potable, drenaje, energía eléctrica, vías de comunicación, escuelas, hospitales. Otras condiciones obedecen a los derechos y dignidad que merecemos como personas, tales como libertad de tránsito, de culto, de protesta, expresión artística, de pensamiento, derecho a la justicia, al trabajo, en fin, vivir en una nación justa, prospera y pacífica.
Como individuos, la realización es poder lograr las motivaciones, esperanzas y ambiciones a través del crecimiento personal, tratar de alcanzar el máximo potencial, obtener éxito en los propósitos y construir una vida feliz, en una comunidad también feliz.
Luego entonces, la persona libre esta ordenada a la edificación del bien común, y el bien común a la realización de personas libres.
Ahora bien, la asociación de personas libres forma un actor social llamado Sociedad Civil que se distingue de sociedad económica (mercado- capital) y sociedad política (estado-gobierno).
La sociedad civil es una institución donde toman forma las solidaridades interpersonales y grupales. Es el espacio de sociabilidad que media entre el Estado y la Familia, no centrado en las motivaciones de dominio o de ganancia. De esta forma, la sociedad civil es una red de relaciones entre sujetos que se reproducen de manera relativamente autónoma frente al Estado y al Mercado (2).
Las redes de relaciones a las que se refiere la cita anterior, toman cuerpo en diferentes asociaciones y formatos: movimientos populares, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, organizaciones de vecinos, asociaciones civiles, clubes deportivos, grupos de mujeres, fundaciones, organizaciones juveniles, etcétera. Como es evidente, cada una de estas asociaciones tiene fines, formatos, organización y actores sociales propios.
De aquí, que la autonomía y diversidad en sus operaciones, sea una primera característica de la sociedad civil.
La misma cita, describe una segunda característica de la sociedad civil: es una institución.
Una institución es cualquier tipo de organización humana, que implica relaciones estables y estructuradas entre las personas, que se mantienen en el tiempo, con el fin de cumplir una serie de objetivos explícitos o implícitos. Una institución implica prácticas, hábitos y costumbres, que se encuentran regladas ya sea por normas morales o bien por disposiciones legales. Pueden abarcar desde unas pocas personas hasta miles de individuos, según el alcance que tenga. Suele también tener una cultura común a todos sus miembros, que comparten ciertas ideas y valores que los motivan a formar parte de ella (3).
Las instituciones pueden tener carácter formal o informal, y pueden tener una correspondencia con uno o varios lugares físicos donde se desarrollan sus actividades. Según el grado de formalidad que alcance, puede desarrollar una autonomía cultural, que se manifiesta en la creación de sus propios símbolos, en el registro de su propia historia institucional e incluso en la formulación de un lenguaje propio.
En síntesis: la Sociedad Civil es una Institución formada por asociaciones de individuos con propósitos y valores enfocados tanto al bien común de la sociedad en general como a la realización de la persona en lo particular.
Por otra parte, en la conciencia social es indiscutible y evidente que cada vez mas nos alejamos de lograr una nación con justicia, equidad y prosperidad. El oportunismo y deseo de control político, social y económico hacia la institución Sociedad Civil por parte del gobernante en turno, se materializa:
Falta de transparencia en gastos generan dudas de la utilidad social del ejercicio de recursos públicos.
Falta de transparencia en gastos generan dudas de la utilidad social del ejercicio de recursos públicos.
Percepción de negligencia e ineficiencia de obligaciones básicas como seguridad, salud y educación pública.
Permanente austeridad para generación de obras públicas (carreteras, escuelas, hospitales), carencia de recursos para el desarrollo de ciencias, artes, deportes, recreación, atención a personas desvalidas y vulnerables.
Imposición de leyes sin debida difusión, discusión y consenso social, que restringen derechos ciudadanos. Manipulación y control de la representación social en Congresos, Cámaras y que ahora se sumara la jurídica en los Juzgados.
Falta de oportunidades de empleo. Limitaciones a la creación de negocios. Hostigamiento a sectores generadores de fuentes de empleo. Desmotivación de inversiones extranjeras. Descontrol inflacionario. Pobre crecimiento económico.
México, nuestra única Patria, esta plena de personas de buena voluntad que procuran los medios y recursos para engrandecerla, supliendo en muchos casos las obligaciones del gobernante.
Sin embargo, debemos caminar hacia un modelo de integración de la Sociedad Civil que permita:
Organizar foros, congresos para planteamiento, discusión y propuesta de políticas públicas, leyes y acuerdos en procuración al bien común.
Generar mecanismos de colaboración y sinergia para la gestión de causas sociales, sumando bases, redes sociales y otros recursos.
Conformar estrategias generales como Institución para obtener resultados exitosos en los fines particulares.
Hoy más que nunca, el totalitarismo asoma sus colmillos, las personas libres son su presa.
Solo una Sociedad Civil fortalecida y organizada podrá hacerle frente.
Fernando Huerta A
fernandohuertaancheta@gmail.com
Referencias:
Personas libres y el bien común (Michael Novak. 1992)
Relaciones sociedad-Estado: análisis interactivo para una antropología del Estado. (Felipe Hevia de la Jara. 2008)